miércoles, 31 de octubre de 2007

El portafolio del profesor en formación: ¿reflexionamos todos igual?

Vanesa Rodríguez
International House Barcelona
Taller, Sábado por la mañana, 15/12

En este taller proponemos, en primer lugar, revisar qué es el portafolio, cuáles son sus orígenes en la formación del profesorado y cuáles son los objetivos que persigue.

En segundo lugar, nos centraremos en muestras reales de profesores en un proceso de formación concreto. Manejaremos y analizaremos dichas muestras para descubrir si hay algunas características que permitan establecer una categorización de diferentes reflexiones, es decir, si reflexionan todos igual o no. Contrastaremos nuestros resultados con los obtenidos en un estudio realizado para una Memoria de Máster (El portafolio del profesor en formación: un análisis de las reflexiones).

Y, para finalizar, debatiremos cuál puede ser la forma de reflexión más rentable y productiva y cómo llegar a ella.

Os propongo ya unas preguntas que, seguro, retomaremos en el taller:

  1. ¿Qué es un portafolio del profesor?
  2. ¿Te parece útil reflexionar sobre tu práctica docente? ¿Por qué?
  3. ¿Cuáles crees que son las características que debe tener una reflexión para que sea efectiva?

26 comentarios:

Tom dijo...

Una repuesta a ninguna de tus tres preguntas, Vanesa ,-)!

Repuesta: Un blog.

Pregunta: ¿Qué formato debería tener el portafolio?

Anónimo dijo...

A mí me parece fundamental la reflexión, especialmente si se puede compartir con otros compañeros.

Hace unos años, en el centro donde yo trabajaba, quisimos poner en marcha un proyecto de reflexión común en el que unos visitáramos las clases de los otros y pudiéramos comentar después en grupo o en parejas los aspectos positivos y negativos.

Los que lo propusimos pensábamos que es muy fácil caer en una rutina y coger vicios que al final ya ni notamos.

Por desgracia y por muchas razones diferentes, no se apuntaron muchos compañeros al proyecto y nunca llegamos a hacerlo. Por eso tampoco dimos el segundo paso, pensar cómo debería ser esa reflexión. O sea: reflexión, sí, pero cómo exactamente, eso ya es otro tema.

Tom dijo...

Qué pena, Rodrigo, que no se hiciera. Me parece un proyecto útil -- y bonito.

Sin embargo, quizás es normal que los profes no queramos hacer algo que supone "más trabajo", para el cual "no me van a pagar".

"Normal" quizás no es la palabra -- pero es al menos una actitud habitual, y muy justificable, en mi experiencia.

Pero, lástima, pq de lo que propones, se podría aprender tanto...

Anónimo dijo...

Yo no tengo experiencias con portafolio aunque he oído mucho hablar de ellos. Creo que la reflexión es útil en cualquier faceta de la vida, en cualquier ámbito pero... ¿qué es reflexionar? ¿cómo se reflexiona? ¿Hay unas reflexiones mejores que otras?

Anónimo dijo...

A mí también me parece fundamental la reflexión, como podéis suponer:) También creo que es fácil caer en la rutina y en hábitos. A parte de lo que comtáis sobre la falta de motivación por hacer más trabajo "no remunerado", creo que también juega un papel importante la inseguridad y el concepto de autoimagen, es decir, no es fácil desnudarse (ya sea abriendo las puertas del aula a los compañeros o exponiendo las reflexiones, dudas, cosas que no funcionan en mis clases, etc) ante los demás, cuando en realidad estamos acostumbrados a trabajar solos, es decir, dentro del aula hacemos lo que queremos, no hay nadie que, "aparentemente", nos controle.
Contestando a las preguntas de Adriana, precisamente estas preguntas que lanzas son las que trataremos de resolver en el taller. Tanto Rodrigo como Adriana preguntas ¿reflexionar cómo? Yo os lanzo otra pregunta: cuando uno reflexiona sobre algo (ya sea en el aula o en otro contexto): ¿QUÉ LE MOTIVA TAL REFLEXIÓN? y ¿QUÉ ES LO QUE PRETENDE CON ELLA, CUÁL ES SU OBJETIVO?

Anónimo dijo...

No sé si se puede generalziar, pero yo cuando me pongo a reflexionar sobre mis clases o sobre mí misma como docente lo hago por dos razones. La más frecuente es porque hay algo de lo que no me siento satisfecha y necesito indagar para saber exactamente qué es y ver qué puedo hacer. Pero alguna vez me ha pasado también (aunque menos) que ante una clase que me ha salido "redonda" necesito analizar por qué ese día y no todos ha funcionado bien. Es difícil explicarlo, pero casi siempre hay motivos (o debería haberlos ¿no?) para reflexionar sobre loo que hacemos en nuestras clases y lo que pensamos sbre lo que ocurre, sobre los participantes, los materiales que utilizamos, etc.
Vane, seguro que nos darás mil ideas que nos ayudarán a conocermos mejor como profes.

Un beso y nos vemos.

Tom dijo...

Yo lo veo de una forma diferente: ¿qué pasa si NO reflexionamos sobre lo que hacemos y hacen nuestros estudiantes en clase?

Creo si no nos preguntamos "y eso ¿no lo podría enseñar mejor?" acabamos simplemente repitiendo lo que hicimos el año pasado, lo que de hecho ya hemos repetido mil veces -- y nos aburrimos y el acto de enseñar es una mera repetición de lo repetido anteriormente, con lo cual dificilmente motivará a nuestros estudiantes.

Julio Cortázar: "Quizás había otros caminos y que el que tomaron no era el único y no era el mejor, o que era el mejor, pero que quizás había otros caminos dulces de caminar y que no los tomaron."

La reflexión es -- en parte -- el querer explorar esos "otros caminos", a ver si eran mejores, a ver si eran más dulces de caminar...

Anónimo dijo...

Tom, no sé si conoces el blog de Maribel y el porfaolio electrónico que lleva a cabo. Mirar los dos nos aporta las diferencias que puede haber entre uno y otro. Es verdad que en su blog ya ofrece reflexiones sobre su labor como docente. Estoy de acuerdo contigo, el blog es una buena herramienta para ello; pero, su caso, el portafolio le ha permitido sistematizar de algún modo lo que hacía en el blog.

Tom dijo...

Jopetas, tengo que reflexionar ¡y encima de forma sistematizada ,-) !

Lo que me gusta de un blog -- que no es una herramienta ni mucho menos perfecta -- es (1) su facilidad de uso y (2) que te permite ver el "progreso", ver cómo he cambiado de opinión, etc, ya que se puede navegar de forma cronológica.

Las "categorías" también te permiten sistematizar un poquito, y navegar por temas...

Anónimo dijo...

Justo lo que a ti te gusta del blog es lo que me parece interesante del portafolio (si lo entiendo bien, claro): el hecho de evidenciar el progreso individual, de respetar el propio proceso individual, que cada portafolio es distinto, que depende del punto de partida, etc. Para mí la duda está en saber qué significa exactamente reflexionar, ¿se puede evaluar la reflexión?

Tom dijo...

Te refieres al blog maribelele, ¿verdad, Vicenta? Muy interesante (ver también los enlaces "PRP" en su "blogroll", y probad la navegación del blog de Maribel por sus "categorías" (estrategias reflexión, instrumentos reflexión, portafolio, etc...)

Y cualquier blog por sus categorías, como la de "portafolios" en el blog de Francisco...

También es muy interesante la presentación de Vicenta y Joan-Tomàs Pujolà,
Portafolio Reflexivo del Profesor de E/LE

Tom dijo...

En la última entrada en el blog de Maribel: "Esta mañana, además de reetiquetar los artículos del blog para me sea más fácil rescatar la información..."

El "reetiquetar" lo que creemos que hemos aprendido, me parece una parte importante de la reflexión, y algo que nos permite hacer un blog...

Mª Isabel González Martínez dijo...

Bueno, chicos, por alusiones ;) vengo a confirmar lo que dice Vicenta. Es verdad que en mi blog (El blog de mr1b3l) andaba escribiendo cosas que se me ocurrían -eran notas-, pero con el PRP (mi versión es maribelele) que proponen Vicenta y Joan Tomàs estoy aprendiendo a ordenar mis reflexiones, a saber qué quiero investigar sobre mi actuación en el aula y los objetivos que persigo con ello. Yo le encuentro diferencias a una cosa y otra, aunque como veis mantego los dos blogs parelelamente. Me gusta el formato blog porque te permite distribuir, almacenar y ordenar gran cantidad de información que luego puedes rescatar fácilmente a través de las etiquetas. En cuanto al tema de la reflexión, es verdad que hay que dedicarle tiempo al portafolio pero, en mi opinión, se gana mucho porque puedes mejorar las clases -al menos intentarlo-. Además, en el momento que te acostumbras a hacerlo es una cosa natural que no cuesta trabajo hacer. Yo cuando empecé a escribir el primer blog lo que sentía era una curiosidad por saber si estaba haciendo bien mi trabajo o no, necesitaba saber si mis alumnos aprendían o no y comprender lo que pasaba en mis clases. Por supuesto, estaba buscando compartir con los compañeros lo que pasaba en mis clases y que éstos me dieran alguna pista. Sin embargo, esta motivación primera ha ido cambiando un poco y me he dado cuenta de que observando mis clases también puedo aprender muchas cosas. La cuestión no es sólo mejorar mis clases, también es saber si hay mucha diferencia entre lo que pienso que hago y lo que realmente hago. Uno de los grandes problemas de los profesores, en mi opinión, es que hay un gran abismo entre la teoría a la que decimos adscribirnos y la práctica real en el aula. En fin, son muchas cosas las que se me ocurren pero no quiero extenderme mucho más. Una compañera ha preguntado si hay reflexiones mejores que otras, yo creo no. El tema es que reflexionar supone pararse a pensar qué hago en clase y si detecto un problema -cada uno de nosotros tenemos una percepción de las cosas o un problema determindo- poner en marcha una serie de actuaciones que me lleven a averiguar el porqué y cómo solucionarlo. Bueno, esto es lo que se me ha ocurrido siguiendo el hilo de lo que habéis comentado. Espero que la ensalada de ideas que os he planteado no os maree mucho. ¡¡Ay, se me ocurren tantas cosas!!
¡Saludos!

Anónimo dijo...

ESto se anima. Lo de qué reflexión es la válida y cómo evaluarlas es un tema difícil, pero interesante. Yo creo que no hay que olvidar cuál es el objetivo por el cual hemos iniciado el portafolio y el proceso de práctica reflexiva. A partir de ahí, lo esperable (más que nada por el tiempo y la energía que consume) es que la reflexión sea sincera y coherente al objetivo planteado. Para ello es imprescindible tener sobre qué reflexionar. No sé si estaréis de acuerdo, pero no basta con sentarse a pensar en qué ha pasado en la clase (cosa que no estaría nada mal que hiciéramos con más frecuencia), también es necesario que tengamos datos observables sobre los que reflexionar no solo nuestro recuerdo y nuestra percepción. La reflexión que yo pueda hacer ante mi diario escrito tras la clase, el informe de clase realizado, la grabación de la clase, el plan de clase, las actividades llevadas a cabo por los alumnos, alguna lectura relacionada con el tema que me preocupa, por poner algunos ejemplos, será mucho más rica que si no dispongo de todo ello. La posibilidad de poder combinar percepciones o recuerdos con datos observables más el componente teórico da validez a la reflexión.

Mª Isabel González Martínez dijo...

Pues sí, Vicenta, totalmente de acuerdo. Si no cuentas con los informes de clase, las programaciones, las grabaciones -yo las tengo pendientes, lo confieso-, las lecturas, los apuntes de congresos, jornadas, cursos de formación, las notas que tomas, las opiniones de los alumnos, etc; poco puedes hacer. Se saca mucha información de todas esas cosas en función de lo que quieras averiguar. Además, unas cosas suelen llevar a otras.

Francisco Herrera dijo...

Yo veo que el portafolio e igualmente el blogfolio (cuando nos pongamos de acuerdo en qué parte tiene de blog y qué parte tiene de portafolio) nos sirven también para recoger el punto de vista de los otros, no sólo de nuestros estudiantes, sino también de observadores inter pares (otros profesores). Desde luego, recoger todo esto y además reflexionar ordenadamente ya exige un gran esfuerzo, que en mi opinión no será fructífero si no cuenta con una aplicación directa en nuestro trabajo. Es decir no hay reflexión (investigación) válida sin aplicación (acción) en el aula. Y aquí es donde echo de menos la sabia opinión de Begoña, que es la que sabe sobre action-research.

Tom dijo...

Aunque no dudo de lo que nos digan Vicenta y Maribel -- "no basta con sentarse a pensar en qué ha pasado en la clase (...) también es necesario que tengamos datos observables sobre los que reflexionar" -- no sé si tengo tiempo para eso.

Soy un soldado de a pie, me pagan lo que me pagan, por hora una cantidad muy mínima. He sido un soldado de a pie todo mi vida, excepto cuando me cogí un sendero equivocado, el de ser jefe de estudios, donde entre otras cosas tenia que animar a la gente a hacer una reflexión sobre lo que hacían en clase.

Yo entiendo que no querían -- por lo de la cantidad que yo les pagaba.

Entonces me pregunto (1) ¿no es mejor reflexionar sin datos -- al menos mucho mejor que no reflexionar y punto? Y (2) si acceptamos que sí, que realmente hay que formalizar la reflexión, recoger datos, etc ¿no hay maneras, tareas específicas que reduzcan al mínimo el tiempo que supondrá?

Mª Isabel González Martínez dijo...

Humm, vaya por delante que mi situación personal me permite hacer la reflexión y que entiendo perfectamente que hay mucha gente que no tiene tiempo para reflexiones. Amén de que la situación laboral deja bastante que desear. Tengo muy claro que para poder hacer este trabajo "añadido" -no debería ser añadido, debería estar contemplado como parte de nuestra labor- hay que dedicar algo de tiempo -también dinero, a veces-. Tengo todo eso muy presente. Dicho esto pasamos al tema de la reflexión, cuando una reflexiona sobre sus clases no hace falta que observe todas y cada una de las clases que da. Hay que elegir un grupo de estudio y aplicar una serie de herramientas en un plazo determinado de tiempo. Por ejemplo: tengo problemas con la secuenciación de las actividades en el grupo X. Entonces, me pronpongo trabajar con las programaciones de clase (x tiempo para x ejercicios) durante cinco sesiones, por ejemplo. Después, de cada sesión me apunto lo que ha pasado en esa clase, qué ejercicios he hecho, cuáles no y cuáles son sus posibles causas, qué problemas han surgido. Una vez recogidos todos los datos, revisas y elaboras unas soluciones en función de lo que has descubierto. Podríamos decir que este es el proceso, más o menos. También puedes recurrir a grabar las clases y guardar las grabaciones para estudiarlas cuando tengas tiempo. Por tanto, no es necesario fijarse en todas y cada una de las clases porque, entre otras cosas, es materialmente imposible.

Tom dijo...

Maribel dice "También puedes recurrir a grabar las clases y guardar las grabaciones para estudiarlas cuando tengas tiempo".

Me recuerda algo que probé hace ya mucho tiempo -- grabar la clase (en aquel entonces en cassette) y luego escucharlo de camino a casa.

Ventaja, "te ahorras" el tiempo, los 45 minutos que si no, luego "gastarás" en casa, o en la sala de profes. O sea, aprovechar ese tiempo "muerto" del viaje...

Cierto, no ayuda tanto a relajarte como escuchar Mozart (o Bob Dylan, en aquel entonces... ,-)!

De todas maneras, para mi lo fundamental es buscar maneras de hacer una reflexión que después nos lleve a una mejora de nuestro trabajo diario, pero en el menor tiempo posible...

Anónimo dijo...

Es verdad que ser profe de lenguas es duro en según qué condiciones, pero como dice Maribel el tema que nos ocupa es el de la reflexión (si queréis se puede abrir otro debate sobre las condiciones laborales).

EStoy con FRancisco en lo de que el portafolio se ha de compartir (igual que se hace con un blog), sin la posibilidad de discutir con colegas sobre nuestras clases, las percepciones sobre ellas y la realidad observable la relfexión puede ser endogámica y no avanzar. Es por ello por lo que creo que el que el portafolio se base en un blog puede facilitar la discusión entre iguales. Ya que la verdad es que si es difícil iniciar un proceso de este tipo, también lo es encontrar colegas dispuestos a colaborar en el proceso.

POr otro lado, creo que es imposible que una vez iniciado el proceso de práctica reflexiva que conlleva un portafolio, de haber observado lo que sucede en nuestras clases no haya una acción directa sobre las mismas. Es difícil imaginar que tras haber detectado cierta insatisfacción en nuestras prácticas, haber recogido datos sobre lo que hacemos, haber relfexionado sobre ello, después no haya una propuestas de acción alternativa a las realizadas hasta ese momento. ¿No sería demasiado esfuerzo para nada?

De todos modos, Tom, no creo que tengamos que estar buscando siempre excusas para no hacer nuestro trabajo como creemos que debe hacerse. Si nosotros no dignificamos nuestra profesión ¿quién lo hará?

Tom dijo...

¡Ep, que yo no estoy "buscando siempre excusas para no hacer nuestro trabajo" sino busco maneras de hacerlo lo más fácil posible ,-)!

Mª Isabel González Martínez dijo...

¿Maneras fáciles de reflexionar? Creo que reflexionar necesita el tiempo que necesita. Puedes dedicarle el tiempo que creas necesario. Es una cuestión personal. Puedes recopilar programaciones o no, puedes recopilar informes o no, puedes grabar las clases o no, puedes pedirle a un compañero que observe tus clases o no, puedes preguntarle a los alumno o no. No sé, maneras de hacer las cosas hay muchas. ¿fáciles y rápidas? Pues, depende de lo que persigas con la reflexión. Ya lo dije en un mensaje anterior. Puedes dedicarle una semana a un problema o dedicarle seis meses. Está en tu mano. A mí reflexionar me ha servido, me sirve y espero poder continuar con ello. Mi manera de dar las clases está cambiando y soy más consciente de lo que pasa en clase. Empecé por cambiar los materiales de trabajo y ahora estoy cambiando otras cosas. (Eso sí, yo tengo una situación que me permite tomar esa clase de decisiones). Por cierto, espero que alguien me cuente qué tal ha ido el taller porque yo no podré asistir -¡Qué pena! Porque sería muy interesante para mí :)-. ¿Me haréis ese favor?

Con respecto a la participación y los comentarios en el Portafolio, tengo que decir que noto diferencias en relación a mi otro blog. La gente no comenta tanto -si no fuera por Vicenta no tendría casi retroalimentación :(- como en mi otro blog que es mucho más informal. Tengo la sensación de que la gente lo ve el PRP como un documento únicamente personal y formal en el que no hay lugar para que otro profesor opine y eso que he pedido que la gente participe. En fin... Que si alguien quiere participar está invitado. ¡Saludos!

Anónimo dijo...

Tom, perdona, no era un ataque personal, a veces lo que se escribe queda un poco raro. Pero la verdad es que me molesta mucho la gente que se queja de lo mal que está el patio (y que conste que creo que es para quejarse) y eso lo utilizan como excusa para todo.

Tom dijo...

No me lo tomé así, Vicenta ,-)! Aunque el patio esté mal, yo veo la reflexión como una forma de arreglarlo de alguna manera...

Maribel, insisto, creo que lo que se necesita no son necesariamente "maneras fáciles de reflexionar" sino más bien maneras que no nos quiten mucho tiempo, que no es necesariamente lo mismo.

En cuanto al otro problema que comentas -- "la gente no comenta tanto [y] la sensación de que la gente lo ve el PRP como un documento únicamente personal (...) en el que no hay lugar para que otro profesor opine" -- ¿no se podría hacer un PRP cooperativo, en un blog que se escriba en equipo?

De esa manera, habría más "obligación de escribir comentarios, de compartir..."

O ¿no creemos en el aprendizaje cooperativo?

Mª Isabel González Martínez dijo...

Humm, buenas preguntas. Yo todavía no sé si calificar las reflexiones de buenas o malas. Yo más bien prefiero calificarlas de útiles, aplicables o no a mi entorno de trabajo. Si se trata de decir que son acertadas porque me llevan a cambiar las cosas que no me gustan, o que no gustan a los alumnos o que no funcionan y, una vez observado y reflexionado, aplico las nuevas ideas, pues, entonces, sí. Sin duda, las reflexiones son buenas, acertadas, útiles, etc. (Todo esto desde mi punto de vista). Por mi experiencia, el hecho de reflexionar e ir probando en clase las hipótesis, te ayuda a encontrar soluciones a los problemas que te vas encontrando. Te haces más consciente de lo que pasa en clase, te ayuda a tomar decisiones sobre la marcha y posteriormente,... Más que el hecho de alcanzar una buena reflexión final, es muy útil todo el proceso y todos los conocimientos que movilizas para conseguirlo. (Tengo la idea de que no hay soluciones finales, ni para todo el mundo valen las mismas cosas -es una creencia que he elaborado últimamente- Es un proceso que no termina y que te lleva de una cosa a otra).

Los elementos a analizar en una clase son múltiples y variados. Habrá tantos como profesores y alumnos, entornos de trabajo, materiales, etc. Son muchas cosas en las que nos podemos fijar; por ejemplo, la interacción en el aula, el tipo de actividades que realizamos, cómo las acogen nuestros alumnos, sus creencias sobre el aprendizaje y la enseñanza, los intereses del alumno, nuestras propias creencias, el tipo de actividades que realizamos, etc. El abanico donde elegir es muy amplio.

Con respecto a la última pregunta, pues, no sé. A ver, yo he realizado algunos cambios en mi manera de enseñar pero no son aplicables del mismo modo a todos los alumnos que tengo porque los tengo de edades intereses, situaciones son diferentes, etc. (O yo lo veo así, sería otro motivo a plantearse).

En fin, muchas gracias por los comentarios sobre el blog. La verdad es que está siendo de lo más útil.

¡Más saludos!

Anónimo dijo...

Bueno voy a intentar ver si sé explicar cómo lo entiendo yo.
1. ¿Os parece que una buena reflexión es aquella que permite un cambio en la práctica?¿Por qué?

No creo que toda reflexión implique un cambio, es más no creo que sean buenos los cambios tajantes. Más bien creo que una reflexión a partir de la práctica puede llevar a un replanteamiento de algunas de las creencias que el profe maneja. ESta "sacudida" es posible que con más reflexión y más datos tanto los derivados de su práctica como de fundamentos teóricos, sí que puede llevar a una práctica alternativa. Pero no creo en la sustitución de unas prácticas por otras.


2. ¿Qué elementos os parecen que hay que tener en cuenta para analizar nuestra práctica docente?es decir ¿qué elementos hay en una clase que se deban tener en cuenta para el análisis?

Esta pregunta la formularía de otro modo. ¿HAy algo en el aula que no merezca ser objeto de reflexión? entiendo que no solo nuestra práctica es objeto de reflexión, piensa en algo que parece que no tenemos en cuenta: qué podemos decir del mobiliario (Vane, en vuestras aulas el espacio está muy pensado, pero en otros centros no es así), de la disposición de los objetos, del espacio del profesor, del de los alumnos, de los materiales empleados, del tiempo dedicado a cada sesión de clase, etc.

3. Si el análisis que realizamos de nuestra práctica docente se hace en un contexto determinado (un grupo determinado, por ejemplo)¿Qué características creéis que deben darse en dicha reflexión para que el cambio pueda ser aplicado en otro contextos?

ESta pregunta es más difícl. Si parto de que no siempre hay cambio observable, puedo decir que si mis creencias empiezan a tambalearse por algo que he detectado en un grupo y por ello empiezo un proceso de práctica reflexiva, no se verán cambios a corto plazo ni en ese grupo ni en el resto de grupos en el que esté impartiendo mi docencia; pero a largo plazo es muy posible que haya cambios en todos ellos.